¿Quiénes serán los que se queden con el primer, segundo y tercer lugar en la próxima contienda electoral?, ¿Que candidatos a la las presidencias municipales y aspirantes a gobernar Tamaulipas ocuparan esos casilleros? No lo sabemos, pero esperemos que sean los mejores.
Lo que si estamos ciertos es que ya está por despejarse la incógnita y saber quiénes dirigirán los destinos de los 43 municipios y que personaje gobernara Tamaulipas, se sabrá también que nombres estarán en segundo y el deshonroso tercer lugar.
Mientras se llega el día hoy todos los candidatos se mueven a lo largo y ancho del territorio tamaulipeco, al menos los que están compitiendo con seriedad cubrirán todos los espacios, no darán tregua, trataran de cubrir cada rendija por donde se pueda filtrar el triunfo de sus oponentes.
Seria excelente que las contiendas electorales fueran igual que las justas deportivas amateurs donde los participantes pelean el primer lugar más que por sentir el poder, el sentirse orgullosos de representar colores y darle alegrías y satisfacciones a su gente.
Donde los participantes van en busca del primer lugar porque alzarse con el triunfo es su sueño, pero cuando la gloria no se alcanza le aplauden a los ganadores y aunque les quede un sentimiento de frustración igual alzan el trofeo del segundo lugar, y hasta un honroso tercer lugar les motiva para seguir preparándose con honor para la siguiente competencia.
En política no existen los honrosos terceros lugares, todos pelean por coronarse campeones, por levantar el trofeo de la victoria, el segundo lugar en las preferencias electorales es algo que tampoco quieren presumir.
Es por eso que en las competencias políticas los partidos, sus equipos, y sus abanderados, no dan tregua, todos los competidores sueñan en ganar por nocaut y para lograrlo hacen lo que ellos creen necesario, lo triste es que la contienda limpia es la que menos se da y cuando logran quedarse con el primer lugar las alegrías y satisfacciones de su gente son las únicas que a final de cuentas quedan en segundo o tercer lugar.
Es imposible que exista la competencia limpia en contiendas electorales, los que saben bien el arte de la política son expertos en estrategias para hacer caer al adversario, ese es el juego y no se vale llorar.
Las competencias políticas son rudas y los participantes tienen que estar muy atentos, porque los obstáculos están en cada esquina, vaya, la situación es tan complicada que en ocasiones sus propios aliados son los que, con sus errores, dificultan más el camino a la victoria.
Es verdad, al paso de los años todos se han especializado, todos los equipos, de todos los partidos, saben de campañas negras, de cómo orquestar estrategias para ganar el primer lugar porque en política la medalla de plata es algo que nadie se quiere colgar, ya del honroso tercer lugar ni hablar.
¿De qué le hablamos?, de lo que los políticos le llaman guerra sucia, aunque la verdad es que jamás han existido las guerras limpias, en toda batalla hay, y habrá, caídos, también los que se arrastren por el fango tratando de lograr la victoria, o ya de perdido, sobrevivir aunque terminen con la conciencia más sucia que su persona.
Candidatos de todos los partidos se quejan de la llamada guerra sucia, y es natural, a nadie le gusta que le ganan la partida, pero además, todos tienen que hacer lo posible, y hasta intentar lo imposible, para quedarse con el oro.
Llama la atención que en estos tiempos sigan recurriendo a viejos trucos, a actos ya muy trillados como la autodestrucción de la publicidad para acusar a los enemigos, o bien, a instalar propaganda del adversario en sitios prohibidos y obstaculizando la de un tercero para culpar a otros, eso es un tanto como quererle ver la cara a la gente, como si pensaran que el pueblo no tiene capacidad para analizar, pero bien, y todo es porque nadie quiere quedarse con la medalla de plata, menos con la de bronce.
La gente hoy está muy politizada, hasta los niños platican sobre las campañas y candidatos, cada quien tiene sus preferencias, ojala que se reflejen en las urnas, que los que ya están en edad de votar no solo comenten los asuntos políticos, o que candidato es su preferido, sino que cumplan con su deber como ciudadanos, que el 5 de junio salgan a sufragar.
En todo el territorio tamaulipeco los candidatos siguen en la lucha por el poder, todos van en busca del trofeo de campeón, en esta competencia el juez es el pueblo, la ciudadanía será quien imponga la medalla de oro y otorgue el deshonroso segundo y tercer lugar a los que no lograron convencerle.
Los ganadores de la contienda tendrán que defender el triunfo con buena diferencia porque es obvio que dos o tres pondrán resistencia a los designios del pueblo, que habrá quien se queje del árbitro, otros que pedirán repechaje o hasta se irán a los tribunales porque ninguno estará dispuesto a quedarse en segundo sitio menos cargar con el honroso tercer lugar.
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